Mi seudónimo nació en un encuentro del taller de escritura ficcional cuando un compañero compartió la lectura de un libro que hacía referencia a la primera aparición del género policial en la Argentina. El título de dicha obra es "La huella del crimen" (1887) escrito por Raúl Walies seudónimo de Luis Vicente Varela.
La profesora que dicta el taller comentó que muchos autores utilizan seudónimos por diferentes razones y a mí se me ocurrió que podía comenzar a utilizar uno para mis trabajos escritos.
Comencé pensándolo como si fuera el de un escritor del siglo 18 y me imaginé que este personaje podría tener un título nobiliario, que le daría cierto prestigio al seudónimo y por mi ascendencia ítalo-española decidí utilizar el título de "Don" ; ya era un Don pero este Don no tenía un nombre todavía y comencé a pensar en nombres antiguos y así surgió Valerio, pero había algo que yo desconocía de Don Valerio y era que no sabía de dónde era, de dónde venía, a dónde pertenecía, y dónde se hubo de forjar y así apareció de pronto en mi cabeza que venía de un lugar llamado Chichona.
Así que esta es la historia de quien por ratos soy, un don que proviene de una tierra soñada por todos los escritores, donde quedan mil palabras por entender y más aún por inventar...
Don Valerio de la Chichona
don...dón...dón...el batir de su prosa trae buenos aires de murga y candombe, nos recuerda el repique musical de sus poemas. Siga contando, don Valerio: ¿se viene la musa número 3?
ResponderEliminarCariños
Flores de la Gramática
ResponderEliminarDon Valerio:
ya tenés una prosa pulida. Me gusta la fluidez y la gracia de las narraciones. ¡A seguir así y siempre a mejorar!
Pregunta: ¿qué escritores/as te gustan más?
Saludos
Federico