El ruido de unos pasos
Marcados con cautela
Estallan en la entrada
Del infinito hall
Relampaguean las luces del salón
Y el pequeño destello
Anuncia con indicios ciertos
La desesperada tormenta que acecha
Los vientos susurran en las calles
Calles que fueron despojadas de sus habitantes
Calles que se adueñan del silencio
Y sufren al escuchar los truenos ensordecedores
La tormenta ya no acecha
Sacude la ciudad
Esa ciudad desprotegida
Y propensa al desastre
El infortunio descansa
Finalmente
En la faz de la Tierra
Autores: Guillermo Santillan; Neldo Matias Gonzalez Herrera; Pablo Giase
La imagen del hall infinito, wow, poetas. DOBLE WOW. El hall... ese lugar que DEBE SER de paso y de pronto, en el poema se me presenta como de tránsito infinito... como... no sé, me hizo ver a una persona, a un trozo de vida entre la puerta y el marco...
ResponderEliminarUna sugerencia, solo para que la piensen, a ver si les parece: no volvería a repetir el verbo
"acecha".
Me quedo en la tormenta, no me atrevo a quedarme en el descanso del infortunio :-) GRACIAS.
Estamos de acuerdo con su sugerencia. Creemos que la repetición del verbo es muy rápida como para hacerse. No tiene ritmo, ni marca tiempo de cronómetro.
EliminarGracias por su comentario y expresión. Nosotros nos alimentamos de eso (wow, doble wow), para seguir escribiendo y creando.
González Herrera Neldo Matías. Pablo Giase.